Ya está aquí la última versión de desarrollo de Windows 8 antes de su salida al mercado. Es, por tanto, la última ocasión de hacerse con el nuevo sistema operativo de forma gratuita y la podéis descargar pulsando aquí.
Yo ya la tengo instalada, y estoy gratamente sorprendido. En ocho segundos, tengo mi ordenador funcionando (desde cero) y el sistema operativo es realmente ágil.
Además, ha renovado su imagen, permitiendo su utilización en dispositivos táctiles. El clásico menú de inicio que lleva años haciéndonos compañía, pasa a mejor vida para ser sustituido por una pantalla con los iconos de los programas instalados (que pueden personalizarse fácilmente)
El escritorio mantiene el aspecto de Windows 7, aunque los que utilizamos sistemas multi-pantalla notaremos ligeras mejoras como el hecho de que la barra de tareas aparezca en la pantalla secundaria.
La pega que le encuentro (de momento) es que la batería ha perdido aproximadamente un 15% de su duración.
Por lo demás, fantástico. Parece que Microsoft se ha puesto las pilas al comprobar que el avance de Apple y los sistemas operativos Open Source es cada vez mayor.