Como empresa de diseño y desarrollo web, encontramos muchísima gente necesitada de un sitio en la red al menor precio posible. Es evidente que el más por menos existe, pero hay que llamar a muchas puertas para dar con la empresa adecuada.
Si fuese un usuario al uso, sin demasiados conocimientos técnicos, seguiría las siguientes directrices a la hora de buscar quien me desarrolle mi página o proyecto web.
¿Qué necesito? No descubro nada, como es lógico, pero es muy importante tener un pequeño dossier con las ideas muy claras. Ir a una empresa especializada con una imagen mental del proyecto sin desarrollar difiere mucho de llevar escritas unas directrices claras de los distintos usos que queremos dar a nuestra página o aplicación. Al precisar más, la empresa también podrá estar más fina en el presupuesto, y seguro que ofrecerá más prestaciones o un mejor producto por el mismo precio. Además, evitaremos sorpresas de última hora, en forma de anexos al presupuesto que seguro, serán fundamentales y no se podrán evitar ni postponer.
¿Que recorrido quiero dar a mi proyecto? Hay soluciones “low cost” muy válidas para proyectos que se vayan a regir sobre un estándar establecido. Es decir, si quieres montar una tienda on-line que haga todo lo que hacen el resto de comercios electrónicos, con las mismas formas de pago, similar estructura, productos sencillos y un volumen de carga razonable, probablemente soluciones de e-commerce gratuitas como Prestashop o Magento puedan servirte. Si tienes un pequeño negocio y lo que quieres es poner tu página web en la tarjeta, un 1and1 de turno o una plantilla de WordPress serán suficientes. El problema es cuando se pretende captar clientes para un negocio o depender de una tienda on-line, en la que además se tienen puestas grandes espectativas de crecimiento. Es ahí cuando una solución “estándar” puede salir cara.
Destacar entre las muchas webs similares: ahí está el quid de la cuestión. Para ello, hay muchas herramientas, y todas ellas tienen un costo que, visto con perspectiva, puede ser relativamente asequible.
No perder usuarios, ya que cuesta una barbaridad obtenerlos….Es clave tener una web optimizada para que la experiencia del usuario sea sustancialmente mejor que la obtenida en las páginas web de la competencia. Usabilidad y velocidad son claves, y en eso, un software personalizado o desarrollado para tal fin anda a años luz de productos gratuitos, que intentan abarcar cientos de soluciones, ralentizando la ejecución de forma notable.
SEO: (optimización de la página web de cara a los motores de búsqueda) el trabajo que pueda hacer una empresa especializada siempre será mejor que el de las herramientas gratuitas. El porqué es sencillo; éstas intentan, de nuevo, ofrecer soluciones para demasiadas necesidades, todas ellas distintas. Un experto sabrá que necesita, analizará su competencia e intentará hacerse un hueco por donde sea más sencillo y rápido.
¿Y si la web se queda pequeña? cualquier desarrollo de software planificado correctamente, facilita su escalabilidad permitiendo al cliente, solicitar mejoras a un precio mucho menor. Modificar un software libre requiere de mayor trabajo para obtener un resultado generalmente de menor calidad.
Seguridad: hay pocos sitios en la Internet 100% seguros, de hecho, es probable que no haya ninguno. Lo único cierto es que un código conocido por millones de programadores, alguno de ellos con menos conciencia de la debida, será más fácil de atacar que el software desarrollado por una empresa pequeña, debidamente auditada y que intenta crear programas robustos año tras año, tapando los posibles agujeros de seguridad que pudiesen surgir.
Concluyendo, si únicamente quieres tener presencia en Internet, herramientas de código libre y un amigo con ciertos conocimientos informáticos deberían bastar; si lo que deseas es hacerte un hueco en el inmenso mundo de posibilidades que ofrece la red, seguro que valdrá la pena esperar un par de meses y desarrollar un proyecto serio y de calidad, que te permita crecer en un futuro y que sea plénamente satisfactorio para el usuario, ya que los clientes descontentos ráramente vuelven, al tener cientos de posibilidades a un click de distancia.